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Los caballos Akhal Teke

Los expertos dicen que como en ninguna otra parte del mundo la naturaleza de Turkmenistán, gracias a los esfuerzos del hombre, ha logrado la creación de un elegante, excepcional, incansable y robusto caballo noble denominado el Akhal Teke. Estos caballos no sólo son rápidos y de gran resistencia, sino también de una belleza realmente peculiar. Los habitantes de Turkmenistán están muy orgullosos de sus caballos. Los Caballos Akhal Teke deben su nombre al oasis Akhal en el centro de Turkmenistán, habitado por una de las tribus de Turkmenistán - la Teke. A través de los siglos, los habitantes de Teke han sido capaces de mantener la pureza de sus caballos, cuidando su apariencia, enfocándose en el desarrollo de una  gran resistencia infinita y la capacidad de soportar las extremadas  temperaturas y el riguroso clima. Los caballos Akhal Teke destacan por su constitución y sus bien desarrollados músculos, además de tener un cuello mucho más largo que los otros caballos, ojos muy expresivos, finas y esbeltas patas con fuertes tendones, firmes y pequeñas pezuñas, un brillo metálico, y un sistema nervioso muy desarrollado.

Esta antigua raza ayudó a desarrollar los caballos de raza árabe, inglesa, el caballo de silla Orlov, el Karabaj, Donski, el caballo pérsico, el de Pakistán, y los caballos de la India y Afganistán. El semental Atti, nacido en 1784, ocupa un lugar central en la historia del caballo turcomano de cría. En 1790 Ati fue transportado desde Estambul a Prusia, y actualmente se utiliza para mejorar las razas de caballos como el Trachen (Alemania), el lonius (Hungría) y unas pocas razas de media sangre, en Checoslovaquia, Rumania y Yugoslavia. El origen de los caballos Akhal Teke se remonta a tiempos antiguos. China le denominó el Celestial de los caballos o caballo divino. Las antiguas crónicas griegas, romanas, chinas y árabes mencionan los deseos de obtener uno de estos caballos. Entre ellos se encuentran por ejemplo, el rey Ciro de Persia, Alejandro Magno, y varios emperadores chinos y gobernantes árabes.

Los caballos Akhal Teke han sido inmortalizados en canciones tradicionales de Turkmenistán, refranes y poemas. Su inteligencia, la sabiduría y el apego a los seres humanos son legendarios. Un proverbio de Turkmenistán dice: Cuando te levantas por la mañana hay que saludar a tu padre y a tu caballo. Turkmenistán y los criadores de caballos (Seys) dieron un enfoque especial a sus caballos. Cada habitante de Turkmenistán mantiene a un caballo. Se les alimenta de una mezcla de alfalfa, cebada y grasa de cordero. Los historiadores señalaron que los habitantes de Turkmenistán no sólo alimentan con ternura a sus caballos, pero también con pasión. Maltratar a un caballo es considerado un pecado entre ellos. La tribu entera desprecia a las personas que cometen un pecado de este tipo. Por esta razón, de todos los pueblos de Asia Central, Turkmenistán es el único que nunca ha sacrificado a un caballo por su carne ni ha bebido la leche de las yeguas.

Después de la revolución bolchevique, los caballos Akhal Teke experimentaron un período muy difícil en su historia. Durante los esfuerzos de colectivización todos los caballos Akhal Teke fueron registrados en el nuevo gobierno soviético y se prohibió la propiedad privada de los caballos. A finales del siglo XX, esta raza única estaba en peligro de extinción. La política de Saparmurat Turkmenbashi - el primer presidente de Turkmenistán independiente, ayudó a prevenir que se extinguieran. En 1986 se emitió un decreto que permitía mantener a los caballos Akhal Teke en granjas privadas.

El Akhal Teke es un excelente caballo para el deporte. Es perfecto para las carreras de maratón y la doma clásica. En 1935, treinta jinetes con sus caballos turcomanos hicieron un viaje muy largo y recorieron 4.300 kilometros desde Ashgabat hasta Moscú en 84 días. Todos los caballos superaron con éxito las dificultades de este viaje, la mayor parte de los cuales atravesaron el desierto de Karakum así como otros territorios. Poco después, el Akhal Teke caballo Zenith estableció un récord al recorrer 300 km en 19 horas. El Akhal Teke ha demostrado ser un caballo de resistencia. Si es necesario, el Akhal Teke puede quedarse sin comida y agua durante mucho más tiempo que otros caballos y puede soportar un calor extremado.

En 1960, en los Juegos Olímpicos de Roma, el caballo Akhal Teke, montado por Sergei Filatov ganó una medalla de oro en doma clásica y fue llamado caballo del siglo. Más tarde, en los Juegos Olímpicos de México un nuevo jinete se convirtió en campeón del equipo. Todo el mundo admira y aplaude a los jinetes de caballos Akhal Teke del circo en la soleada Turkmenistán. No hay nada comparable a la experiencia de montar a caballo. Cada uno de nosotros, por lo menos una vez en nuestras vidas, ha soñado tal vez con montar a caballo. Este sueño puede hacerse realidad en Turkmenistán, que es famosa por sus elegantes caballos. Los jinetes veteranos y los menos experimentados podrán montar a caballos bien entrenados y educados en los establos fuera de Ashgabat.

Nuestra agencia de viajes puede organizar una visita a estos establos, que ofrecen paseos a caballo campo a través. Usted paseará bajo la atenta mirada de instructores altamente cualificados y podrá experimentar la soledad de las montañas Kopetdag y el desierto de Karakum. La paz y la belleza de la naturaleza serán uno de los aspectos más destacados de su estancia en Turkmenistán. Contacte con nosotros para obtener más información sobre excursiones a caballo. Contácte nos asimismo para obtener información sobre las carreras de caballos que tienen lugar todos los domingos durante la primavera y el otoño en el Hipódromo Nacional de Ashgabat. La última semana que termina el último domingo del mes de abril ha sido formalmente dedicada a los famosos caballos de Turkmenistán. Contacte con nosotros para obtener información sobre los detalles del programa durante esa semana.